domingo, 26 de diciembre de 2010

Cena a orillas del Lago Titicaca

Llegar a Luquina Chico es una experiencia única. Tras una hora y media de surcar el Lago Titicaca, se puede apreciar el territorio aymara protegido por los cerros Cañi Cristo, Kellojaque y Huatisca, en el distrito de Chucuito.

Luego de haber pisado tierra, los habitantes nos reciben calurosamente. El presidente de la comunidad, Sixto Fernández, toma la palabra y nos indica con qué familia les ha tocado hospedarse.

Una vez instalados, en unos cuartos decorados sencillamente con mantos y adornos puneños, pasamos a la cocina, en donde la señora de la casa preparará un banquete nuestro honor.

“En esta oportunidad prepararé una sopa de morón chancado y de segundo, patasca con quinua graneada”, dice María Ascencio, miembro de la red turística rural comunitaria de Luquina Chico.

María enciende su cocina de leña y poner a hervir morón chancado, papa picada en cuadraditos, trozos de zapallo, espinaca, zanahoria, apio, vainita y un aderezo hecho con ajo, tomate y cebolla. Eso le toma unos 30 minutos, pues a esta altura (3.820 msnm) la cocción demora un poco más.

“Nosotros cultivamos papa, habas, trigo, quinua, alverjas, oca, cebada, olluco, isaño, lechuga, zanahoria, repollo, beterraga y apio”, explica María, quien posee un pequeño terreno para tal fin al costado de su casa. “Cuando no hay, compramos verduras para la semana en el mercado de Puno”.

Cuando la sopa está lista, la señora se dispone a preparar la patasca. Para ello, pone dentro de una olla alverjitas, vainitas y zanahoria, así como el mismo aderezo utilizado para el anterior plato. Una vez listo, cuece la quinua y finalmente la acompaña con una fresca ensalada de lechuga y pepino.

COMIDA VEGETARIANA
Probablemente se esté preguntando por qué no utilizan carne en la preparación de los platos. Hay una importante razón: la gran mayoría de turistas que visitan esta comunidad es vegetariana, por lo que los comuneros reemplazan la carne por huevo sancochado.

“Al rato que nos reparten a los turistas, el guía nos indica qué comen. Hay algunos, por ejemplo, que tampoco comen huevo, ni arroz o morón. Por eso, antes que cocinemos nos indican y después cocinamos”, explica María.

TURISMO ALTERNO
¿Cómo nació la idea de crear este tour vivencial? María cuenta que empezaron hace tres años debido a la gran afluencia de personas que gustan de experimentar nuevas experiencias durante sus viajes.

Entre junio y setiembre es la época en la que cuentan con más turistas. Vienen de diversas partes del mundo, aunque los viajeros más frecuentes son de Estados Unidos, Canadá y Australia. Por ello, se pueden apreciar en sus casas adornos conmemorativos de aquellos países tales como banderines, tazas o imanes.

“La agencia de turismo habló con Sixto (Fernández) y lo han capacitado para dar turismo especial. Él ha viajado hasta Lima, Trujillo, Huaral y está promocionando con folletos”, dice María.

Luego de la cena, los familiares visten a los turistas con trajes típicos de la zona y los invitan a bailar danzas costumbristas, acompañados del compás del conjunto local.

No hay comentarios:

Publicar un comentario